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‘Charmed (2018)’: el hechizo fallido de las nuevas Embrujadas

Charmed

La expectación levantada cada vez que llega el reboot de una serie ya conocida siempre es mayor que una ficción corriente nueva. Sin ser una serie brillante ni ganar premios, ‘Embrujadas’ marcó a una generación que creció viendo como Prue, Piper, Phoebe y (después) Paige luchaban semana a semana con demonios, hechiceros y un sinfín de problemas.

Como fan de la serie, era complicado que cumpliera con lo que se esperaba de ella. Decidí darle una oportunidad y no juzgarla antes de tiempo, pero nunca me imaginé que la nueva ‘Charmed’ sería tan diferente, tan mala y tan incomprensible. Lo único reconocible es la marca, han cogido los conceptos básicos que eran pilares y los han tratado a su antojo. La libertad de los reboot es así, el error ha sido nombrarla con el mismo nombre y aumentar la curiosidad de una serie que no tiene apenas relación con la original.

‘Embrujadas’ funcionó como una gran serie fantástica de su época, donde incluso los efectos especiales estaban bastante conseguidos (no todos, obviamente). Ha sido ver al primer demonio, en un intento nefasto por parecerse al Rey de la Noche de ‘Juego de Tronos’ y perder la credibilidad hasta para una serie de ciencia ficción. Parece que no se han tomado las cosas muy en serio.

Ya sabíamos que querían darle una nueva visión más feminista a la versión actual, cómo si la antigua no lo fuera con tres mujeres que combaten contra el mal, tienen hijos y al mismo tiempo son exitosas en los negocios. Dejando eso a un lado, la parte política, feminista y la lucha racial han invadido la trama siendo metida casi a presión dejando la magia en un segundo plano.

The CW es una cadena que tienda a realizar series adolescentes para adolescentes y eso se nota. ‘Charmed (2018)’ ha cambiado a tres hermanas en los treintaitantos por tres jóvenes ubicadas en la ciudad universitaria de Hilltowne, lo cual supone rebajar el tono adulto de la tramas para centrarse en argumentos cada vez menos creíbles. Es posible que empecemos a ver clichés juveniles que tal vez no se puedan compaginar en la vida ajetreada de tres poderosas brujas.

Los tráilers ya anunciaron algo que se ha podido observar en los primeros minutos de la ficción: la falta de empatía. Las hermanas Macy (Madeleine Mantock), Maggie (Sarah Jeffery) y Mel (Melonie Díaz) no tienen química en la pequeña pantalla, ni hacen que te quieras sentarte a la próxima semana a ver otro episodio. No me convence lo que cuentan ni cómo lo cuentan, y mucho menos que en un capítulo tengan capacidad para dominar al completo sus poderes.

La nueva ‘Charmed (2018)’ no conquista, no emociona y sobre todo no es creíble. Además nos han querido vender una ficción que no existe y que han maquillado por todas partes hasta hacerla desaparecer. La serie hace que echemos de menos a nuestras queridas Halliwell porque “el poder de tres” siempre será suyo y no de las Pruitt.

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