La provincia de Guadalajara está situada entre sistemas montañosos en medio de valles, barrancos, ríos y embalses que aumentan la belleza del entorno y la relevancia de las localidades contiguas. Una forma entretenida y ociosa para conocer cada rincón de la Sierra Norte y descubrir el origen y la magnitud de los pueblos son las rutas de senderismo.
El deporte es un punto clave para que los turistas se acerquen hasta la provincia, recorran kilómetros de senderos, suban a lo alto de un pico montañoso, paseen durante horas por los campos, pernocten en algún pueblo y se maravillen con las vistas que Guadalajara tiene que ofrecerles.
Para descubrir cada espacio natural de la Sierra Norte, las diferentes rutas de senderismo se transforman en una herramienta perfecta que ayudan a dejarse llevar por el paisaje y la naturaleza. “Posiblemente la ruta más conocida de Guadalajara sea la subida al Ocejón”, explica Victor J. Pascual, creador de la página web Senderismo en Guadalajara.
El Pico Ocejón tiene 2.048 metros de altura, la subida comienza o bien desde Valverde de los Arroyos o desde Majaelrayo. Al escoger ésta última se transitará por lugares como Arroyo de las Cabezadas, Peña de Bernardo y Collado de las Perdices. Es una ruta más o menos asequible con importancia al alcanzar el punto más alto, su visibilidad de gran parte de la provincia no escapa a cualquier objetivo fotográfico.
Muy cerca de allí, en El Espinar, se ha puesto de moda la ruta de las Cascadas de Aljibe siendo una de las más transitadas. Hay que tener especial cuidado al tramo de bajada con un desnivel pronunciado y descenso complicado hasta llegar al destino final. Entre afloramientos de jaras surgen dos pozas naturales llamadas Pozas de Matallana que forman una única cascada con dos saltos de agua.
En Tamajón hay otra serie de rutas menos conocidas pero igualmente interesantes para conocer la zona. En una que trascurre desde Tamajón hasta Almiruete existe un camino para pasar por la Ermita de la Virgen de los Enebrales construida en el siglo XVI y reformada 200 años más tarde con un estilo muy diferente al original.
RUTAS DE LA SIERRA.
Dejando atrás la parte central de la Arquitectura Negra, toman protagonismo diversas rutas de senderismo ubicadas en la sierra. De las más destacadas es la localizada en Somosierra con el Pico Tres Provincias, denominado así porque en la cima concurren las provincias de Madrid, Guadalajara y Segovia.
El Pico Tres Provincias está hecho para ávidos excursionistas, amantes del senderismo y la montaña. Es una ruta larga pero merece la pena al sobrepasar la cumbre de Peña Cebollera Vieja, con 2.129 metros de altura es la decimo séptima montaña más alta de la Comunidad de Madrid y la segunda de la provincia de Guadalajara.
El Pico Tres Provincias solo es superado en altura por el Pico del Lobo con una suma total de 2.274 metros. “Si te atreves con él hay que estar un poco en forma, ir preparado con algún mapa o GPS y haber inspeccionado la ruta antes”, aconseja el senderista experto Víctor J. Pascual.
El Pico del Lobo es el más alto de la Sierra de Ayllón, límite natural entre Guadalajara y Segovia. Tiene un nivel duro, el viento y el tiempo son grandes principales problemas al cambiar en cuestiones de minutos. Una ruta para aficionados a la montaña con piernas fuertes y gemelos capaces de aguantar las bajadas y las subidas tan pronunciadas.
En plena Sierra de Ayllón entre granitos, gneiss y pizarras hay una pequeña localidad llamada El Cardoso de la Sierra donde se respira paz y tranquilidad por cualquier parte. El pueblo está situado al pie del Pico Santuy que tiene 1.927 metros de altura y se puede coronar en aproximadamente dos horas.
EL HAYEDO Y MUCHO MÁS.
Si la subida al Pico Ocejón es la ruta de senderismo más conocida, posiblemente la del Hayedo de la Tejera Negra sea la más famosa de la provincia. Muy próxima al municipio de Cantalojas, tiene dos puntos principales por los transitar: la Senda de Carretas y la Senda del Robledal, siendo la primera la más corta y conocida de las dos.
Además de pasar por lugares como Carbonera, allí hace años se aprovechaba la madera para conseguir carbón, o el Prado de Matarredonda; el camino en sí es uno de los más magníficos de Guadalajara. Un espectáculo visual y sensitivo gracias a los mantos de hojas caídas de las hayas, la fauna que habita en los alrededores y la flora que cambia de estación a estación.
La zona de Villacadima se transforma en un diamante en bruto para senderistas y esos turistas que buscan también un punto cultural. La ruta que llega hasta el Manadero del Aguisejo, tiene un aliciente extra al contemplar in situ los Pueblos del Románico Rural de Guadalajara. Éstos comprenden las iglesias de Santa Coloma, San Bartolomé y San Pedro, en Albendiego, Campisábalos y Villacadima, respectivamente.
Al este de la provincia, es inexcusable la visita al Parque Natural del Barranco del Río Dulce, situado en las inmediaciones de Sigüenza. La Ciudad del Doncel no solo aprovecha su atractivo turístico, también su belleza natural con el río Dulce y la observación de especies de animales que fueron filmadas por el mismísimo Félix Rodríguez de la Fuente. A través del Camino del Cid, una parada obligatoria es la Hoz de Pelegrina donde la cámara fotográfica estará dispuesta a captar la mejor instantánea antes de seguir rumbo a la Cascada del Gollorío.
Como última parada, el responsable de Senderismo en Guadalajara recomienda una localidad cerca de Sigüenza: “Santamera es un pueblo chiquitillo, está hacia el norte justo al comienzo del Atance y es muy bonito de ver. Las salinas de Imón y el castillo de la Riba de Santiuste también están cerca para poder visitarlas”.
- Artículo publicado originariamente en la versión impresa de La Tribuna de Guadalajara.
- Fecha: 31 de julio de 2016.