En una época en la que se mide cada caloría que ingerimos en el cuerpo, echamos la vista atrás un momento para observar a esos niños que vivimos entre los años 80 y 90 cuya preocupación no era hacer deporte como locos, comerse 5 piezas de fruta al día ni cuidar la línea a los 10 años.
Nos fijamos en todos aquellos que salían del colegio y tenían a su abuela esperando con un bocata de pan con chocolate, de mantequilla con azúcar o media barra de paté; aquellos que subían kilos sin importar el físico, que se alimentaban con aquellos que sus padres les dejarán y donde los bollos tenían un lugar privilegiado en cada estantería. ¿Estáis preparados para una miradita al pasado?
13. Círculo Rojo
Si algo caracterizaba a Círculo Rojo era que la cantidad sí que importaba. Al contrario de muchos de sus compañeros de merienda, venían en pack de cuatro para poder comerlos en familia, con amigos o darte un atracón si tu madre no estaba mirando para después echarle la culpa a tu hermano/a. Un sabor rico y muy sabroso.
12. Queso con membrillo
Para algunos se convertía en una auténtica pesadilla ya que muchos preferían una buena tableta de chocolate pero era común que los niños comiéramos queso con membrillo (y pan) en más de una ocasión a lo largo de la semana. Ahora mismo nadie se merendaría algo así, de hecho en muchas cocinas es una auténtica delicatesen solo para paladares selectos.
11. Bony
El bizcocho caramelizado con mermelada de fresa, un producto que se ha adaptado a los tiempos y aunque no tiene una venta muy grande, sigue en las estanterías de las tiendas. Famoso por anunciarse gracias a un equipo de baloncesto y al que sucumbieron algunos de los niños de los años 80 y 90. Seguro que muchos recuerdan su sabor y su textura tan característica.
10. Mortadela de aceitunas
Dentro de semejantes meriendas calóricas donde la bollería industrial y el azúcar son los reyes, un bocadillo de mortadela suponía un elemento más ‘sano’ entre la variedad de opciones. En el pasado muchos éramos los que nos dividíamos entre los que preferían la mortadela sola y aquellos que querían la mortadela con aceitunas. Confieso que yo era de los segundos y no me da vergüenza decirlo.
9. Phoskitos
Bollo redondo con chocolate con un líquido blanco casi desconocido que nos encantaba ir desmontando y comiendo de afuera hacía dentro. Seguro que no soy el único que lo ha hecho alguna vez. Phoskitos continúa en la actualidad, siendo conocido con aquello que le caracterizó cuando se promocionaba en el pasado: los regalos. Era el perfecto reclamo para comprar el bollo, todo lo que podías conseguir con ellos.
8. Pan con chocolate
Posiblemente sea el bocadillo más sencillo y con total probabilidad el más consumido. Si te gusta el pan y el chocolate no había mayor disfrute que cortar un trozo de pan, poner el chocolate en medio y disfrutar de su sabor hasta el último mordisco. Ahora pocos serán los que coman para merendar algo así, de hecho tras la fiebre del pasado casi ninguno lo hemos vuelto a probar… ¿a qué no? (Pausa para hacerme uno).
7. Bollycao
Si cambiamos la salchicha del perrito caliente por un chorro de chocolate ¿funcionará? Algo así debieron pensar antes de crear Bollycao, uno de los bollos y meriendas más disfrutados en los años 80 y 90. Era increíble como el chocolate se derramaba en cada mordisco, ahora si encuentras un pegote es un auténtico milagro. Como otras marcas pasadas, ha sabido reinventarse con nuevos modelos del clásico y rellenos de lo más variopinto.
6. Bocadillo de mantequilla con azúcar
No era común merendar un bocadillo de mantequilla con azúcar, se convertía en el premio que te llevaba la ‘abuela’ los días que iba a buscarte al colegio y remataba con la frase “comételo todo que estás creciendo”. Sin duda una delicia calórica como no existe actualmente y nadie o casi nadie ha vuelto a poner de moda en las meriendas. ¿La parte mala? Que acababas manchado de mantequilla de arriba abajo.
5. Donuts
Receta clásica, cubierto de chocolate, con chocolate blanco, relleno de cacao, con trozos de almendras…De ahí que Donuts todavía sea una parte importante de la repostería actual y alguna merienda para los niños del siglo XXI que se acompaña a la perfección con un buen vaso de leche. No creo que exista ningún ser humano de este mundo que no haya probado el suculento bocado de un donut, cuando estamos algo deprimidos podemos devorarlos de 2 en 2 o incluso de 4 en 4.
4. Sándwich de nocilla
¿Qué sería de un cumpleaños de los años 80 y 90 sin los típicos sándwich de nocilla cortados en triángulos que los niños devorábamos sin compasión? Esta merienda valía para cualquier tipo de celebración y los más afortunados disfrutaban de ella varias veces a la semana. Otros teníamos que conformarnos con fruta partida en trozos, nada tan apetecible como la nocilla…
3. Tigretón
Uno de los bollos más destacados de Bimbo con el que alegrarnos las tardes de estudio cuando éramos jóvenes. Era un bizcocho enrolladlo con mermelada de albaricoque y crema, cubierto con una cobertura de cacao; no me digáis que no tiene buena pinta… Muchos hemos disfrutado de los sabores de un Tigretón, un clásico de la repostería industrial que en nuestros días no goza de la fama de antaño.
2. Bocata de pate
¡Asúmelo! Llegaba un día cualquiera por la tarde y no eras nadie si tus padres no te habían preparado un bocadillo de paté, y quien dice un bocadillo dice un bocata enorme de media barra de pan donde había untada una lata entera (o incluso dos). Con la coletilla “más buenos que el pan”, marcas como Apis y La Picara convencieron a los niños para comer esta merienda tan suculenta que pocas veces vemos hoy en día.
1. Pantera rosa
Quizás uno de los bollos favoritos de muchos lectores: la Pantera Rosa. Ese pastel rosa tenía un sabor único, era una experiencia que no se parecía a nada de lo que se comía en la época. Continúa existiendo hoy en día pero hay pocos niños que lo coman… Una pena ya que el personaje de la Pantera Rosa es un gran reclamo para cualquiera, aunque tampoco goza de la fama que la serie de animación tuvo en el pasado.
- Artículo publicado originariamente en Los Replicantes.
- Fecha: 7 de abril de 2016.