Disney ha marcado la infancia de muchos jóvenes a lo largo de su historia, cantamos sus canciones, recordamos sus personajes y la manera de narrar y transmitir valores tan importantes como el amor, la amistad o la familia. Sin embargo la factoría animada no siempre cuenta la historia real en la que se, en ocasiones han decidido edulcorar la realidad con toques fantásticos, ficticio y que evocan la lágrima fácil.
Es hora de desenmascar a Walt Disney y su uso desmedido por los finales felices, por eso repaso 10 películas muy conocidas que hubiera sido muy distintas de haberse plasmado todos y cada uno de los detalles. ¿Estás preparado para cambiar la perspectiva de los cuentos clásicos?
1. Blancanieves
‘Blancanieves’ es una de las películas más fieles hasta la fecha, si consideramos algo normal la relación que ésta mantiene con 7 enanos cantarines. En el relato de los Grimm la reina manda al cazador sacarle el corazón y el hígado a Blancanieves, éste la engaña y la reina no se da cuenta cuando come cerdo. A Disney se le olvido un pequeño detalle en el Happy Ever After, cuando Blancanieves y el Príncipe se casan invitan a la reina como castigo a su maldad y le hacen bailar con unos zapatos de hierro ardiendo hasta su muerte. Un final bastante diferente al ‘y comieron perdices’
2. La Sirenita
Hans Christian Andersen fue el encargado de crear ‘La Sirenita’, una historia del siglo XIX donde Ariel es una verdadera superviviente a todo tipo de desgracias. En su trato con la bruja cambia la lengua (no su voz) por piernas e incluso una clausula extra: si no conseguía un beso del príncipe, ella moriría. Un riesgo bastante grande para una joven que ni siquiera había salido del mar.
Una vez obtuvo sus ansiadas piernas, la sensación de la joven en tierra firme era como si estuviera pisando cristales rotos todo el tiempo. Y si Ariel no había pasado suficientes penurias ya, al final no convence al príncipe y éste se casa con otra. Cuando cae al mar de un risco se convierte en espuma, como veis Disney contó su propia versión dándole el final feliz que sin duda se merecía y ha continuado con varias secuelas.
3. Cenicienta
‘La Cenicienta’ fue una popular en la era medieval y que después los hermanos Grimm recogieron y reescribieron para el público. Obviando a ratones ayudantes, calabazas gigantes y hadas madrinas capaces de hacer realizar tus sueños, la búsqueda de la dueña del zapato de cristal es un poco diferente (y salvaje) entre el cuenta y en la película.
Las hermanastras de Cenicienta desean una vida mejor y harán lo posible para meterse el zapato de cristal, por ello una de ellas se corta los dedos y la otra el talón. Pero si eso no fuera suficientemente salvaje, en el final se castiga a los malos del cuento; durante la boda unos pájaros arrancarán los ojos de las hermanastras en consecuencia a sus engaños y mentiras.
4. La Bella y la Bestia
La historia que Disney nos contó sobre ‘La Bella y la Bestia’ es muy diferente al relato de Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve. En el original Bella tiene dos hermanastras y engañan a Bestia para hacerla salir del castillo en periodos no superiores a una semana. Cuando ambos se casan, éstas serán convertidas en estatuas conscientes para presenciar in situ la felicidad de su hermana sin poder moverse. Una historia un poco cruel donde tazas, cafeteras, candelabros y relojes cantarines no gozan de ese lugar privilegiado de la película.
5. Pinocho
‘Pinocho’ nació de la imaginación de Carlo Collodi, cuya intención nunca fue dirigirlo hacia el público infantil. Disney edulcoró una historia cargada de mentiras y travesuras de un niño insufrible, donde Pepito Grillo terminó triturado porque Pinocho no quiere escuchar su conciencia. Y no solo eso, el castigo final a las desobediencias y el mal comportamiento hacen terminé ahorcado por el Zorro y el Gato, un relato que hubiera entristecido demasiado a los espectadores jóvenes.
6. La Bella Durmiente
‘La Bella Durmiente’ se basa en el relato titulado “Sol, Luna y Talía” que fue escrito por Giambattista Basile y difiere bastante de lo contado por Disney en su película. El monarca que terminaría con Aurora no solo porque beso a la princesa, también abuso sexualmente de ella la primera vez que la vio y ésta al despertar supo que había dado a luz a mellizos. A pesar de estar casado, se enamorara de ella y Aurora (es tan tonta que) le perdonará por sus actos y terminarán juntos. Igualito que la película ¿eh?
7. Tiana y el Sapo
Más moderna que el resto de predecesoras, ‘Tiana y el Sapo’ quiere explotar el famoso cliché sobre la princesa y el sapo. En Disney el sapo acaba convirtiéndose en un bello príncipe y vivirá feliz con Tiana, no obstante si hubiésemos continuado al pie de la letra la leyenda tradicional las cosas hubiera sucedido de manera diferente. Para que el sapo se transforme en el príncipe azul soñado por todas las mujeres, no es suficiente un beso, era necesario golpearlo, quemarlo y decapitarlo.
8. El Jorobado de Notre Dame
‘El Jorobado de Notre Dame’ se inspira en la novela de Víctor Hugo llamada ‘Nuestra Señora de París’ pero Disney muestra a un Quasimodo que pasa de ser rechazado a un auténtico héroe, algo alejado de la versión original. Cuando Esmeralda es inculpada y ejecutada por la muerte de Febo, Quasimido empujará a Frollo (el verdadero culpable) desde lo alto de la catedral y se encierra en la Cripta de Esmeralda, donde años más tarde se encuentran sus esqueletos abrazados. Vamos, un autentico culebrón digno de la mejor telenovela latinoamericana.
9. Rapunzel
Los hermanos Grimm escribieron ‘Rapunzel’, la historia de esa chica del pelo largo que triunfó hace algunos años gracias a la cinta de Disney. Si hubiera sido fiel a la versión original, ella se quedaría embarazada tras las continuas visitas del príncipe y cuando la bruja se entera es realmente cuando corta su cabello. Enojada arrojará al príncipe desde la torre dejándole ciego (¿solo ciego? ¿ni un hueso roto?) y vagando por el reino hasta que recupera la visión cuando se encuentra de nuevo con Rapunzel.
10. Pocahontas
Al contrario del resto de cintas de Disney, ‘Pocahontas’ se basó en una persona de carne y hueso. Se inspira en Matoaka, una joven raptada y violada por colonos británicos que cambiaría de nombre cuando se casó con John Rolfe y pasó a llamarse Lady Rebecca Rolfe. Viajará hasta Inglaterra para demostrar que los nativos podían ‘domesticarse’, una manera un poco cruel de mantener sus ideales ¿no?
- Artículo publicado originariamente en Los Replicantes.
- Fecha: 9 de octubre de 2015.