Aunque hacía tiempo que tenía ‘Narcos’ en la recamara, abandonada y nunca me había interesado lo suficiente para diseccionarla como es debido. Quizás que estuviera basada en una vida de Pablo Escobar me hacía pensar que no podría narrarse con corrección a la realidad; afortunadamente no podía estar más equivocado porque la serie de Netflix es brutal de principio a final. Que buenas son las segundas oportunidades a veces.
Creada por Chris Brancato, Eric Newman y Carlo Bernard, tanto espectadores como crítica especializada han respaldado la serie que nos deseaba una “Blanca Navidad” desde el cartel gigante de Sol y siempre ha estado envuelta en polémica. La biografía de uno de los mayores capos de la droga no ha contentado a todos; pero no hay que olvidar que se trata de una serie para televisión y como las adaptaciones de libros y películas, nunca son exactas y deben permitirse ciertas licencias creativas.
Una vez tienes eso claro, solo quedar deleitarse de ‘Narcos’ como una ficción más. Meterte de lleno en la historia de Pablo Escobar y como retrata su lucha contra la Administración para el Control de Drogas (DEA), su subida a lo más alto y su caída irremediable tras pasar por la cárcel y huir hasta la muerte. Todo ello plagado de drogas, sexo, muerte y sangre, mucha sangre.
Aunque no se trata de un documental, introducir imágenes reales de lo que ocurrió le da mayor verosimilitud a la historia y hace que sea más creíble para el público. Y no solo eso, ver a Pablo Escobar, los edificios y monumentos de Colombia en la vida real y en la ficción, hace patente el magnífico trabajo del equipo que consigue meternos de lleno en la historia sin contemplaciones.
‘Narcos’ tiene la facilidad de sumergirte en sus problemas, de ver el lado humano de un narcotraficante que mantuvo a todos en jaque entre los años 70 y 90. Como por ejemplo la adoración de su mujer que perdona todo pese a conocer la historia de su marido, su lado tierno al lado de sus hijos o la veneración que siente por su madre. No consiente que nadie se burle de él en el “trabajo” pero en casa es un padre responsable.
La serie tiene un ritmo acelerado desde el primer minuto, rinde un tributo a los clásicos de mafiosos de la época y maneja con éxito el peso de los personajes secundarios. El actor brasileño Wagner Moura hace patente su protagonismo como parte imprescindible de la trama, su trabajo como Escobar es sobresaliente pero sin los refutados secundarios ésta no tendría sentido. Los agentes de la DEA Boyd Holbrook y Pedro Pascal e incluso Raúl Méndez como Gaviria tiene un peso importante y necesario para dotar a la historia de sentido y que no se pierda solo en los deseos del protagonista.
La tercera temporada de ‘Narcos’ cambiará radicalmente de argumento y sobre todo de protagonistas, solo queda esperar y desear que Netflix siga haciendo el buen trabajo que ha demostrado hasta ahora.
- Artículo publicado originariamente en Los Lunes Seriéfilos.
- Fecha: 19 de febrero de 2017.